MARGENA DE LA O, ISRAEL SALGADO Y CECILIO PINEDA, REPORTERA Y CORRESPONSALES
Durante unas dos horas, decenas de civiles armados establecieron retenes en la carretera Iguala-Teloloapan para hacer frente a la delincuencia organizada ante los hechos de violencia que se registran en esta zona.
De acuerdo con reportes de instancias de seguridad pública, los que tomaron las armas y el control de la carretera por este espacio fueron entre 100 y 150 hombres, en su mayoría habitantes de las comunidades de Ahuehuepan, Ahuelican, Tonalapa del Río y Coatepec Costales entre otras, pertenecientes al municipio de Teloloapan.
Los hechos ocurrieron pasadas las 12 del día y concluyeron después de las 2 de la tarde, cuando elementos del Ejército se presentaron al lugar y ofrecieron que ellos se encargarían de la seguridad pública en esa ciudad.
Tenían una demanda a los gobiernos: la instalación de un módulo permanente del Ejército y la Marina.
El movimiento en la zona Norte surge a 11 días de que los pueblos de Ayutla, después los de Tecoanapa, se levantan armados contra la delincuencia.
Uno de los hombres que bloqueó la carretera, con la reservas de identidad, aseguró que ya no aguantaban los secuestros y el cobro de piso, “a los que nos tienen sometidos los de la delincuencia organizada”.
Los sublevados dijeron estar dispuestos a dar su vida para proteger el patrimonio de sus familias, ya que contaron haber sufrido extorsiones, amenazas, secuestros y asesinados por los delincuentes.
De manera similar a los que tomaron las armas en Ayutla y Tecoanapa, los habitantes de Teloloapan usaban pasamontaña y portaban machetes, palos, escopetas, pistolas calibre 22 y hasta zapapicos.
Los campesinos despojaron a un conductor de su tráiler y atravesaron la unidad sobre la carretera Iguala-Teloloapan a la altura de la comunidad de Ahuehuepan, poco antes de pasar el puente, ubicado a unos 15 minutos de distancia de la ciudad de Iguala, con la finalidad de impedir la circulación vehicular en esa zona y poder realizar las revisiones.
Los pobladores encapuchados, algunos con pañuelos, otros con máscaras de súper héroes, exigieron la presencia del Ejército y advirtieron que será hasta entonces cuando retiren su movimiento.
Decenas de vehículos quedaron varados en ambos sentidos. Pasadas las 2 de la tarde, hasta el lugar llegaron mandos de la 35 zona militar, Policía Federal (PF), Secretaría de Marina (Semar) y la Secretaría de Seguridad Pública estatal, con quienes tuvieron una reunión y supuestamente les desglosaron los delitos.
De las corporaciones estatales arrancaron el acuerdo de que mañana (viernes) la subsecretaria de Asuntos Políticos, Rossana Mora Patiño, los recibirá en Palacio de Gobierno, en Chilpancingo. Con ese acuerdo levantaron el bloqueo, pero las corporaciones oficiales se quedaron cuidando la zona.
No obstante, los habitantes aseguraron que si los soldados se retiran y vuelven a ser víctimas de agresiones por parte de los delincuentes, volverán a instalar los retenes en los accesos de la ciudad.
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