El pasado lunes 21 de enero, en el estado de Chiapas, el presidente de México Enrique Peña Nieto presentó un programa denominado “Cruzada Nacional Contra el Hambre”. Este programa busca coordinar el trabajo de dependencias estatales y federales ya existentes con el objetivo de mejorar su eficacia en el combate contra la pobreza.
Amnistía Internacional (AI) considera que el anuncio de una estrategia adecuada en contra del hambre y por consiguiente de la pobreza constituye un paso en la dirección correcta para poner fin a esta grave y urgente crisis, pero observa con preocupación la falta de claridad sobre cómo se ejecutará esta estrategia. AI considera que por su extensión, la pobreza es una de las crisis de derechos humanos mas profundas que enfrenta México y como tal debe ser abordada por las autoridades para tener impacto sobre las comunidades afectadas.
AI recuerda que los últimos presidentes de México también se habían comprometido a acabar con la pobreza, las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) señala un aumento sustancial en el numero de personas en pobreza entre 1990 y 2010. El gobierno federal debe indicar claramente las acciones que tomará en el corto, mediano y largo plazo para atender a toda esta población.
Es por esto que más allá de los compromisos, serán necesarias acciones efectivas que demuestren que está lucha es efectivamente una prioridad de el nuevo gobierno.
Si bien el plan anunciado enfatiza un carácter no asistencial, así como una inclusión de quienes viven en la pobreza en las soluciones, preocupa a la organización la falta claridad sobre la manera en la cual se lograran estos objetivos y en cómo instituciones ya existentes van a ser capaz de lograrlos por el simple hecho de mejorar la coordinación. Preocupa además la ausencia de partidas presupuestarias específicamente destinadas a la ejecución de este plan en el Presupuesto de Egresos de la Federación, ya que se llevará a cabo con el presupuesto que ya estaba previsto para programas como Oportunidades.
Amnistía Internacional considera que las medidas anunciadas hasta el momento fallan en satisfacer ciertas condiciones fundamentales para el éxito de la estrategia. La organización considera que además de lo dado a conocer, esta estrategia deberá:
Identificar y atacar las causas estructurales de la pobreza y no únicamente sus consecuencias con políticas de corto alcance.
Garantizar que las personas que se beneficiarían de este programa, contarán con mecanismos para participar de las decisiones que afecten sus vidas.
Considerar integralmente la serie de privaciones que conforman la pobreza, incluyendo el acceso a la seguridad y a la justicia.
Debe definir objetivos mínimos claros con fechas concretas para su cumplimiento.
Contar con adecuados mecanismos de exigibilidad que permitan a las personas beneficiarias exigir a las autoridades el cumplimiento de estos objetivos y el respeto a sus derechos.
Construir mecanismos efectivos de rendición de cuentas que permita a las personas que se busca beneficiar y a la sociedad en general conocer y evaluar la eficacia de las acciones para combatir la pobreza.
AI llama a las autoridades mexicanas a incluir los puntos antes mencionados en sus esfuerzos para combatir la pobreza, y recuerda al gobierno de que este compromiso para combatir la pobreza debe ir a la para de ratificar el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de derechos económicos, sociales y culturales de las Naciones Unidas.
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