Se queja Celsa Valdovinos Ríos del desdén del mercado para vender productos locales
SERGIO FERRER (Corresponsal)
Tlapa, 6 de julio. Celsa Valdovinos Ríos, presidenta de la Organización de Mujeres Ecologistas de la Sierra de Petatlán (OMESP), señaló que los programas de proyectos productivos que ofrece el gobierno deben incluir capacitación y la certeza de que se otorgan a personas que sí trabajarán en ellos, “no sólo para taparle el ojo al macho, debe existir continuidad”.
Valdovinos Ríos indicó que la organización cuenta con una caja ahorradora que trabaja en beneficio de la propia comunidad.
En relación a los proyectos productivos otorgados por distintas dependencias, la dirigente aseveró que es necesaria la organización de las mujeres. “Si no se organizan no saldrán adelante, no sólo es pensar en recibir los apoyos del gobierno, tenemos que poner nuestro grano de arena”, planteó y criticó que no se vigile que la entrega de proyectos sea a personas que aprovecharán el recurso: “es necesario un seguimiento que dé continuidad a los proyectos, se deben preocupar también por brindar capacitación”.
Para la presidenta de esta organización que lleva 11 años de haberse creado y nueve como asociación civil, es dañino que los apoyos sólo se usen en momentos electorales y acotó que en el caso de comunidades de Petatlán, el programa Oportunidades ha generado que las mujeres ya no siembren hortalizas porque prefieren comprar los alimentos en vez de generar su autoconsumo, objetivo esencial que persigue la organización.
Valdovinos Ríos precisó que los campesinos no deben pensar primeramente en el dinero, en vender el producto: “es necesario alimentarnos bien comer sanos”.
Asimismo comunicó que existe un problema de mercado ya que en Petatlán no quieren comprar menudeo local, las mercancías provienen de Puebla o Michoacán, “nosotras promovemos el intercambio de cosechas u otros productos entre productores; la lucha por la soberanía alimentaria”.
La caja de ahorro que maneja la organización conformada por 106 mujeres y hombres, trabaja en varias comunidades, el rédito de los préstamos es para las propias socias, a pesar de que Financiera Rural u otras dependencias han ofrecido apoyo, la Omesp no ha aceptado porque “sería trabajar para otros, caeríamos en lo mismo”, mencionó la encargada de los trabajos en el ejido de La Botella. “Ya no nos hacen tarugos, nos quieren tener aplacaditos”, señaló.
Tras sufrir persecución militar en 1999, la dirigente y su difunto esposo, Felipe Arreaga Sánchez, luchador social y ecologista, crearon en 2001 una organización de mujeres. “Al principio tuvimos problemas, algunos hombres no querían que las mujeres tuvieran ese derecho”, indicó Valdovinos Ríos.
Fuente: La Jornada de Guerrero
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