Samuel Ortiz Velasquez
El pasado viernes, el Banco de México dio a conocer el comportamiento de la inflación durante diciembre de 2010. Durante el mes en cuestión, la inflación medida a través del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una variación mensual de 0.50 por ciento, cuando en diciembre de 2009 el indicador se situó en 0.41 por ciento. Es decir, en diciembre de 2010 los precios crecieron 1.2 veces más de prisa comparados con igual mes del año 2009.
En particular, el comportamiento de la inflación durante diciembre de 2010 se explica en lo básico por el abrupto incremento en los precios de las siguientes mercancías y servicios: limón con una variación mensual de 76.8 por ciento, cigarros con una variación mensual de 8.8 por ciento, servicios turísticos en paquete con 7.9 por ciento, gasolina de bajo octanaje con 1 por ciento, tortilla de maíz 1.9 por ciento, transporte aéreo 6.1 por ciento y loncherías con 0.67 por ciento.
Comparando el INPC de diciembre de 2010 con igual mes de 2009, la inflación general anual se situó en 4.4 por ciento, 1.4 puntos porcentuales más que la meta prevista por el Banco de México. Visto desde un contexto internacional, México se ubicó como la cuarta economía de los 34 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con la inflación anual más alta durante 2010, solo superada por Turquía (7.3 por ciento), Estonia (5.3 por ciento) y Grecia (4.9 por ciento).
Frente a la inflación anual de 4.4 por ciento, el salario mínimo nominal vigente a partir del 1 de enero de 2011, sufrió un incremento de apenas 4.1 por ciento. En la zona geográfica “A” pasó de 57.37 a 59.82 pesos diarios, en la zona “B” pasó de 55.75 a 58.13 pesos diarios y en la zona C pasó de 54.37 a 56.7 pesos diarios.
Así, 2011 inicia con una caída del salario mínimo real de 3 por ciento. Ello sin considerar la preocupante escalada de precios de algunos bienes y servicios básicos ocurrida durante los primeros días del nuevo año y que se espera continúe por el resto del año hasta situar la inflación general al término de 2011 en 3.9 por ciento [pronósticos de crecimiento de Banamex].
Desde una perspectiva histórica diremos que con la caída del salario mínimo real, a los trabajadores mexicanos les alcanzará apenas para comprar una cuarta parte de los artículos que adquirirían con ese mismo salario en 1976. Es decir, el poder adquisitivo de los salarios se habría derrumbado en un 75 por ciento comparando 2011 con 1976.
(http://economiamexicanaennumeros.blogspot.com/)
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