Se debe reformar la Constitución para establecer con claridad su significado: Rincón
Las familias son formaciones con historicidad que cambian al igual que las sociedades: Rozado
PALOMA ROBLES
La Iglesia Católica y actores políticos tienen cooptado el concepto de familia, aseguran algunas organizaciones civiles que promueven la diversidad sexual. “En Jalisco hay una confusión en las autoridades. Tenemos un cardenal que se cree gobernador y un gobernador que en algún momento ha gobernado con el símbolo de la cruz”, dijo Édgar Rosales, activista de la asociación Centro de la Diversidad y Derechos Sexuales A.C.
En las últimas semanas el tema del matrimonio y la adopción entre parejas del mismo sexo ha resonado en la comunidad homosexual de Guadalajara a raíz de las declaraciones del cardenal Juan Sandoval Íñiguez, en las que afirmó entre otras cosas, que a las uniones entre personas del mismo sexo “las llamen de otra manera”.
Rodrigo Rincón Jiménez, presidente de la asociación civil Códice, una de las más representativas de la ciudad con casi 6 mil afiliados, dijo: “nuestros legisladores van a seguir con los ojos cerrados. La Iglesia católica va a seguir manifestando su miedo de que se puedan despertar mentes revolucionarias o pensamientos distintos, se ha tratado de arraigar miedo a que la población pueda verse más progresista, por lo tanto tendrán que ser las organizaciones civiles las que tengamos que seguir dando la cara”.
El activista reclamó la impertinencia de las leyes que regulan las uniones de personas ante una sociedad tan cambiante como la actual.
“Nuestro marco normativo se ha visto totalmente caduco, rebasado por la vida diaria, y es necesario y él (el cardenal) lo sabe, un cambio”, dijo Rincón Jiménez.
Reconoció que parte del éxito de estas iniciativas aprobadas en la ciudad de México es la posibilidad de ir al fondo del asunto y reformar el artículo cuarto constitucional para establecer con claridad lo que es familia. Explicó que una vez establecido el concepto a nivel federal habría que establecerlo en la Constitución estatal, porque mientras no pase eso, quienes tengan el poder, es decir, políticos y líderes eclesiásticos, van a seguir arraigando su concepto de familia.
“Al cardenal no le queda más que ceder un poco y ver que parte de la negociación es que se empiecen a reconocer por medio de alguna figura jurídica llámense como se llamen los derechos de las personas que no se han visto beneficiadas con lo que actualmente tenemos”, dijo Rincón Jiménez.
En materia de diversidad sexual, la deuda en Jalisco sigue siendo la discriminación. Rincón Jiménez explicó que si bien es cierto que las iniciativas aprobadas en el DF son punta de lanza en materia de reconocimiento para los que se han sentido relegados jurídicamente, “esto no va terminar con la discriminación, no va terminar con los crímenes de odio, tampoco va hacer que los grupos vulnerables puedan recuperarse ni económicamente ni laboralmente.” Por lo que ofrece seguir trabajando en el tema.
Psicólogo de profesión y activista del Centro de la Diversidad y los Derechos Sexuales A.C., Édgar Rosales aseguró que la Iglesia católica ha hecho suyo el concepto de familia. “Ha hecho suyas esas palabras (familia, matrimonio, adopción) para a partir de allí, poder señalar, poder juzgar. En Jalisco hay una confusión en las autoridades. Tenemos un cardenal que se cree gobernador y un gobernador que en algún momento ha gobernado con el símbolo de la cruz”. Apuntó: “el matrimonio es la unión de personas, no necesariamente es entre un hombre y una mujer”.
Advirtió que muchas de las personas homosexuales “pensamos que no somos capaces de ejercer la paternidad, sin embargo, no hay que olvidar que esto es una construcción sociocultural, es algo con lo que uno puede trabajar y desarrollar. La paternidad no te la dan los genitales, la estructura corporal, sino la forma del trato y como me vaya relacionando con mi hijo, con un niño, con una niña, aunque no sea de mi sangre.”
En entrevista con La Jornada Jalisco Alejandro Rozado, sociólogo por la Universidad Autónoma Metropolitana, dijo que la familia tradicional o ‘normal’ es más un esquema ideológico “que un modelo eficaz como célula fundamental de la sociedad. Las familias son formaciones con historicidad, que se ven sujetas a cambios según se modifique la historia de la sociedad en donde aquéllas participen. Así, no es lo mismo una familia de principios de siglo XX a una familia de hoy en día”.
Replicó que la unión entre parejas del mismo sexo “no es una cuestión de ‘naturaleza’, sino de derechos humanos”, que muchas veces no tienen que ver con lo natural, “sino con lo civilizado o lo cultural; no hay nada más antinatural que vivir concentrados en grandes ciudades, sin embargo ni la Iglesia ni nadie lo ve anormal, ¿por qué habría que considerar las familias conformadas por personas del mismo sexo inviables por el hecho de no responder a ‘lo natural’?”
Lo que procede, según el sociólogo y psicoterapeuta, a la hora de emprender un proyecto familiar son las acciones amorosas, “regidas por la asertividad responsable, esto es, comunicación, reglas, autoridad y prioridades perfectamente claras para todos los miembros de la familia; con distribución diferenciada de responsabilidades en el hogar sin ningún tipo de discriminación”.
Para finalizar dijo que si estos requisitos se cumplen entonces “el modelo familiar es lo de menos, pues funcionaría en una familia heterosexual como en una homosexual o donde hay madre o padre solteros”.
Fuente: La Jornada de Jalisco
Difusión: Soberanía Popular
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