viernes, 15 de enero de 2010

Inspectores de Vía Pública agredieron a un grupo de catequistas que regalaba juguetes


JAVIER PUGA MARTÍNEZ

Aunque la Secretaría de Gobernación del ayuntamiento de Puebla insiste en afirmar que la Dirección de Vía Pública a su cargo no maltrata a los ciudadanos y hasta es respetuosa con ellos, cada vez son más las denuncias e inconformidades que se siguen acumulando en contra de los inspectores municipales.

Ayer este diario supo de un nuevo caso: el pasado domingo 10 de enero, el grupo Pastoral Juvenil de la parroquia del barrio de San Miguel Árcangel, ubicado en el centro de la ciudad de Puebla, fue víctima de un asalto y de agresiones verbales por parte de los inspectores de Vía Pública.

Ese día una decena de integrantes de este grupo católico se encontraba a mediodía en el zócalo de la ciudad repartiendo gratuitamente juguetes y dulces a cualquier niño que se acercara, esto con motivo del día de reyes magos. Los productos eran resultado del esfuerzo de los habitantes de la colonia para esta festividad, y una vez que los repartieron a los niños del barrio se decidió llevar el sobrante al zócalo para regalarlo.

Ya en el lugar, frente a ellos llegó un grupo de siete empleados municipales que descendieron de dos camionetas de la dependencia, quienes a punta de mentadas de madre les arrebataron dos bolsas de juguetes de plástico, así como varias cajas de dulces. De la agresión fueron testigos decenas de paseantes que por ahí cruzaban.

Así lo relató Rogelio Morales Arroyo, coordinador del grupo, quien agregó que incluso un padre de familia que los acompañaba trató de impedir que les quitaran los obsequios, pero fue imposible, debido a que los inspectores lo amagaron y lo retaron a golpes.

Indicó que a pesar de viajar en vehículos oficiales, estos sujetos jamás presentaron sus credenciales de identificación, como tampoco explicaron a los jóvenes si está prohibido regalar objetos en el zócalo capitalino, a pesar de que el Código Reglamentario Municipal no señala nada al respecto, como tampoco los invitaron a retirarse del lugar de acuerdo con el “protocolo” que según los inspectores deben seguir de acuerdo con Moisés Romero Carreto, subcontralor de Responsabilidades de la Contraloría municipal.

“Llegaron a pedirnos el dinero. Al tratar de explicarles que no estábamos vendiendo nada, se fueron sobre los juguetes y los dulces. No se vale que amedrenten así a los jóvenes, el más pequeño tiene 13 años, y todos quedaron espantados porque nadie esperaba la llegada de estos señores ni que reaccionaran de esa manera”, señaló Morales Arroyo.

El perjudicado rechazó presentar una denuncia ante la Contraloría para recuperar los juguetes y los dulces, pues por la impresión que les causó la violenta acción de los municipales no pudieron grabar con sus teléfonos celulares ni apuntar el número de las placas de las camionetas.

Sin embargo, no es la primera vez que el grupo juvenil de esta parroquia es “asaltado” por los agentes de Vía Pública municipal. Morales Arroyo recordó que en octubre algunos integrantes del grupo vendían en el centro algunas paletas para obtener recursos y comprar los juguetes que precisamente este domingo les fueron arrebatados. Sin más, y al grito de “estas vendiendo en la calle”, los inspectores les arrebataron sus productos y les quitaron todo el dinero que llevaban.

Fuente: La Jornada de Oriente
Difusión: Soberanía Popular

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