Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
JAVIER PUGA MARTÍNEZ
Empleados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) instalados en la planta hidroeléctrica de Nuevo Necaxa, Puebla, literalmente están capturando a empleados de Luz y Fuerza del Centro (LFC) para llevarlos a operar el generador que está ubicado en este poblado de la Sierra Norte de Puebla.
A pesar de que esa empresa ha rechazado versiones en ese sentido, ayer este medio pudo observar a dos camionetas de esa empresa recorriendo las calles de diferentes colonias de este poblado en busca de operadores que sepan utilizar las máquinas que mueven las turbinas para generar electricidad.
Las unidades de la CFE que fueron vistas en la calle Reforma de esta población iban escoltadas por dos patrullas de la Policía Federal.
Tanto el personal de esa empresa como los agentes han llegado a excesos con algunos trabajadores de LFC, como el caso del superintendente de la planta, Ricardo Castelán Gómez, de quien algunos de sus familiares y amigos aseguran que los policías no le han permitido salir de la hidroeléctrica desde que ésta fue tomada el pasado domingo, pues continúa al frente de las operaciones, ya que personal de la Comisión Federal de Electricidad desconoce su funcionamiento.
Este medio también constató cómo algunos de los operadores se mantienen escondidos en casas de sus familiares, pues temen ser detenidos por la Policía Federal para ser llevados a la planta contra su voluntad.
Los ahora ex trabajadores de la paraestatal aseguran que la ignorancia de los empleados de la CFE ha causado varios accidentes, ya que por lo menos cinco de sus trabajadores, resultaron con quemaduras graves al tratar de establecer el fluido eléctrico.
En este poblado se rumora sobre el fallecimiento de un trabajador, pero ésta y ninguna otra versión ha podido ser confirmada: tanto la presidencia municipal de Juan Galindo como los servicios de emergencia en Huauchinango no reportan ningún deceso ni heridos por quemaduras causadas por electricidad.
Lo que sí es un hecho es que las lluvias comenzaron a incrementar el nivel de la presa de Necaxa, pues al cancelarse el uso de las turbinas el agua está saliendo por un desagüe que se desbordó la noche de este miércoles.
El desbordamiento puede ocasionar problemas en medio millar de habitantes de los poblados de Patla y Chicontla, pertenecientes al municipio de La Unión Zihuateutla, donde también están otros dos generadores de energía.
Desde el martes, los poblados de Nuevo Necaxa, Huauchinango, Beristáin y otros han comenzado a experimentar apagones que si bien no duran más de cinco minutos, podrían ocasionar daños en aparatos electrónicos de los habitantes, de acuerdo con electricistas.
La primera hidroeléctrica de Latinoamérica
Reunidos en casa de uno de ellos, un grupo de ex trabajadores de LFC recuerda que esta presa fue la primera en generar energía en toda Latinoamérica, cuando fue inaugurada hace 105 años por el gobierno de Porfirio Díaz.
Llevó la electricidad por primera vez a la ciudad de México, dio origen a la Comisión Federal de Electricidad en el sexenio de Adolfo López Mateos y su ayuda fue fundamental en la reconstrucción de la capital de la República después del terremoto de 1985.
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