AI desprestigia a Ayutla, fustiga el alcalde; no es una “zona roja”, dice

División entre me’phaas, pleito de niños que pasó a adultos, acusa

Fuente: La Jornada de Guerrero

MARLEN CASTRO

CHILPANCINGO, 4 DE AGOSTO. El alcalde priísta de Ayutla, Armando García Rendón, no quiso opinar sobre la liberación exigida de Raúl Hernández Abundio, definido como preso de conciencia por Amnistía Internacional, encarcelado en el penal de esa ciudad desde abril del año pasado, acusado del asesinato de un informante del Ejército.

Consultado en esta ciudad sobre la presencia de medio centenar de activistas de AI en Ayutla el pasado domingo para visitar a Hernández, el alcalde consideró que era grave la declaración de ese organismo internacional en relación a lo que afirmaba sobre la situación del respeto de los derechos humanos de los indígenas.

El munícipe también no quiso opinar si hay violaciones a los derechos humanos de los indígenas me’phaa, como lo ha denunciando en foros mundiales AI, desde el año pasado que declaró a Hernández preso de conciencia, al igual que a los otros cuatro indígenas que estaban en la cárcel acusados de la autoría intelectual del mismo crimen.

Sobre ambos temas, el priísta se concretó en señalar que lo dicho por Amnistía afectaba al municipio, “esa es una declaración muy grave, porque queremos la paz, ya estamos cansados de que a nuestro municipio se le señale como una zona roja”.

Por lo anterior, demandó que instituciones con tanto prestigio como AI y las comisiones estatal y nacional de derechos humanos “nos ayuden a difundir lo que también es bueno en este municipio, todo mundo sabe que nuestros hermanos indígenas están viviendo en la extrema pobreza en la parte alta de La Montaña, y a veces incomunicados, como sucede en esta temporada”.

García Rendón también minimizó el diagnóstico de Tlachinollan de la división en las comunidades me’phaas a causa del Ejército y de grupos paramilitares, lo que tiene a poblaciones como El Camalote, de donde es originario Raúl Hernández, a los habitantes enfrentados a muerte.

“Es un pleito que se originó por peleas entre los chamacos en la escuela y luego pasó a los padres”, planteó.

Debido al planteamiento que hizo de la división que existe en El Camalote, donde las diferencias entre los habitantes han sido el origen de varias muertes, al munícipe se le preguntó si conocía la comunidad. Dijo que sí, que la visita con frecuencia y conoce que los habitantes están divididos, pero rechazó que sea por la presencia de paramilitares o por un interés superior.