Hablemos de presas
Fuente: Boletín No. 2 del CNEE
P or siglos se han construido presas de todo tipo y tamaño. La razón de ello es que su construcción contribuye al desarrollo socio-económico:
1.– Cubre la necesidad de agua para consumo humano.
2.- Permiten disponer de agua para irrigación.
3.- Sirven para generar electricidad.
4.- Evitan inundaciones al regular las avenidas de las corrientes naturales de agua.
5.- Los grandes cuerpos de agua que forman sirven como medio de transporte y para actividades piscícolas y de recreación.
En zonas donde la precipitación pluvial se concentra en una época del año, es necesario almacenar los excedentes para la época de secas. En regiones áridas, la agricultura es imposible sin la irrigación basada en el almacenamiento de grandes cantidades de agua.
La hidroeléctrica no sólo es la forma más eficiente de generación conocida, sino también la forma de más bajo costo total a largo plazo y la que tiene mayor flexibilidad para la operación de un sistema eléctrico, pues permite responder a la rápida variación de la demanda en las horas pico. Además, la generación hidroeléctrica tiene un potencial muy superior al de otras tecnologías de generación eléctrica, para contribuir al uso eficiente de fuentes de energía limpias y renovables.
Debido a esas ventajas algunos países que disponen en abundancia del recurso hidráulico, basan su generación eléctrica en la hidroelectricidad. Tal es el caso de Brasil con 90% de su generación o Noruega con el 100% .
Inconvenientes de la construcción de una presa
•La creación del embalse hace necesario reubicar a miles de familias en sitios que les son ajenos.
•Se destruyen grandes extensiones de ciertos ecosistemas en el embalse y en las zonas aguas abajo.
•Se exceden los costos de construcción previstos con lo que se agravan los problemas de deuda externa.
•La distribución de costos y beneficios de los proyectos entre los diversos sectores de la sociedad, no siempre es equitativa.
Estos inconvenientes pueden mitigarse y aún anularse en muchos casos, mediante una legislación apropiada y la eliminación de prácticas viciosas.
En efecto, los habitantes de la zona del embalse que tienen que ser reubicados, son directamente afectados y los beneficios de la construcción les llegan de manera muy indirecta.
Se debe legislar para que sean dotados de tierras y servicios que les garanticen una mejor calidad de vida de la que tenía. La tarea es delicada, pues decidir que es calidad superior de vida, depende muchos factores socio-culturales.
La legislación que se proponga, debe tomar esas situaciones. Tarea difícil, pero no imposible, como también lo es la preservación de los ecosistemas que se afectan, cuyo costo, debe incluirse como costo integral del proyecto.
Como se ve, dejar de construir presas para evitar sus inconvenientes parece sencillo pero no es lo mas racional, pues también nos privamos de sus muchos beneficios. Debemos esforzarnos, echar mano de la imaginación, conocimientos para legislar adecuadamente y abandonar viciadas prácticas .
Colaboración de Evangelina Navarrete integrante del CNEE
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