Además, lo despojó de su registro como abanderado
Fuente: La Jornada de Jalisco
MAURICIO FERRER
Fernando Zepeda, un discapacitado de poco más de 40 años, además de enfrentar a los automovilistas que le impiden que estacione su auto en los lugares que les corresponden a los que no caminan como él, tiene que enfrentar que en el Partido Convergencia no le paguen 70 mil pesos de la pinta de 200 bardas que hizo en el distrito 4 de Zapopan, del que le prometieron la candidatura a diputado local y que, al final, le fue entregada a otro.
“Me van a hacer lo que acostumbran hacer los políticos. No me equivoqué”, relata Fernando cuando recuerda cómo le fue propuesta la candidatura a diputado local por el distrito 4, en Zapopan.
A Fernando lo abordaron un día de enero, Diego Corona, presidente del partido en el estado, junto con Carlos Amaral y José María García Arteaga, de la secretaría estatal de Convergencia. Le ofrecieron la candidatura como legislador por el distrito, el cual conoce por el trabajo que ha hecho con otros discapacitados que en éste habitan.
El 20 de enero le entregaron un oficio en el que se lee: “reúne todos y cada uno de los requisitos de elegibilidad para ser postulado como candidato a diputado local propietario en el distrito 4 con cabecera en Zapopan”. Es un resolutivo de
“Con esto ya eres candidato”, según recuerda Fernando le dijeron Corona y Amaral. Desde esa fecha, a pintar bardas.
“Yo no tengo dinero”, les dijo Fernando. “Tú píntalas, luego te las pagamos”, le respondió Corona.
1,2… hasta 200 bardas pintaron con algunos de sus amigos discapacitados en todo el distrito 4.
El 13 de enero de 2009 rindió protesta como candidato. Corona envió ese mismo día, el oficio 0021/2009, dirigido a
Para entonces, el candidato ya había gastado cerca de 74 mil pesos en la pinta de bardas, según se aprecia en dos facturas hechas por la empresa Omni Graphics a nombre del Partido Convergencia con su respectivo Registro Federal de Causantes cuyo domicilio es Lousiana 113, de
Llegaría abril y las noticias para Fernando serían que su lugar sería ocupado por Arturo Pérez, afín a Salvador Cosío Gaona. Y más: que el dinero que le tendrían que reponerle por la pinta de bardas, tampoco llegaría.
Y es cierto, no llega, según Fernando. Ese dinero, dice, es parte de otros discapacitados que a bien cooperaron para pintar las bardas las cuales, la dirigencia estatal de Convergencia les ordenó despintar después.
“Fraudearon a muchos discapacitados que pensaron que a través de mí íbamos a llegar al Congreso del Estado”, dijo.
Desde el Congreso, dijo, impulsaría políticas públicas para los discapacitados que, estima, en Jalisco llegan a los 250 mil.
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