domingo, 10 de agosto de 2008

EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS



Por Miguel Palacín Quispe,
Coordinador General CAOI.

El Día Internacional de los Pueblos Indígenas, 9 de agosto, fue instituido por las Naciones Unidas en 1994. Trece años después, en setiembre del año pasado, la ONU adoptó la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas.

Ambos hechos, sin embargo, se dieron en un contexto de expansión de la globalización neoliberal, que busca homogeneizar el mundo, anulando el respeto a la diferencia y avasallando nuestros derechos para favorecer a las empresas transnacionales.

En el mundo existen más de 370 millones de indígenas pertenecientes a más de 5,000 pueblos de 72 países. En América Latina, somos 55 millones de personas de 400 pueblos. La mayoría de ellos está en Guatemala, México, Bolivia, Perú y Ecuador. En resumen, la Región Andina concentra la mayor población indígena de Sudamérica.

Somos anteriores a los Estados actuales y resistimos más de 500 años, desde la invasión europea al Abya Yala, los intentos de aniquilarnos. Las repúblicas nacidas con las independencias criollas no cambiaron nada para nosotros. Y esa exclusión secular se ha agravado con la globalización neoliberal.

Parte de la imposición del neoliberalismo son los tratados de libre comercio y los acuerdos comerciales en general y los megaproyectos de infraestructura diseñados para favorecer el saqueo de nuestros bienes naturales por las transnacionales. Los Estados emiten normas destinadas a desaparecer nuestras comunidades y a criminalizar nuestras justas protestas.

En la Región Andina, esto ocurre en Perú y Colombia, mientras Ecuador y Bolivia logran aprobar nuevas constituciones que definen los Estados Plurinacionales, una de nuestras reivindicaciones esenciales. Y Bolivia es por ello el objetivo de una campaña desestabilizadora orquestada por el imperialismo y la oligarquía local, que comprende los referendos autonómicos, la organización de grupos neonazis que agraden a los pueblos indígenas, la satanización de su nueva Constitución y el intento de boicot al referendo revocatorio del domingo 10 de agosto.

¿Tenemos, entonces, motivos para celebrar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas?

La mejor manera de conmemorar este día es fortaleciendo nuestras organizaciones y su articulación, para luchar contra el neoliberalismo, la incursión violenta de las transnacionales en nuestros territorios, los tratados de libre comercio y el incumplimiento de los Estados de las constituciones, leyes nacionales y tratados internacionales (Convenio 169 de la OIT, Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU) que protegen nuestros derechos.

Debemos también convocar al conjunto de movimientos sociales y organismos de derechos humanos a la solidaridad con Bolivia. Y a vigilar el proceso ecuatoriano para que realmente signifique un cambio. En una palabra, seguir luchando coordinadamente por la defensa de nuestros derechos, contra la criminalización de nuestras demandas y por la construcción de Estados Plurinacionales Comunitarios como una alternativa que garantice el Buen Vivir para toda la humanidad.

Lima, agosto de 2008.

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