Toni Solo
En 2007, Cuba aparece en el puesto 51 del Índice de Desarrollo Humano de laONU; un puesto por encima de México. No lo verás reflejado en la prensa corporativa convencional cuando se refiere a Cuba. Tampoco te dirá que alrededor del 90% de los electores ejerció su derecho al voto en la última elección. Ni verás que se le compare con países similares, como Jamaica o
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) mide comparativamente las condiciones de vida en los países miembros de
La información de la prensa convencional corporativa suele llegar a extremos insospechados para evitar informar objetivamente sobre Cuba. Aludiendo a la calma tras las elecciones en las que se ratificaba a Raúl Castro como Presidente, Rory Carroll, del The Guardian, decía el 25 de febrero, "La confusión del suspense jalonó el estricto control policial de la isla, con sus 11 millones de habitantes, muchos de ellos ansiosos por huir de una pobreza más cruda que la de
La comparación es totalmente irrelevante. Las condiciones de vida de la mayor parte de la población en todos los países del Caribe, salvo en Bahamas y Barbados, son mucho peores que en Cuba, y otro tanto cabe decir de los demás países de la región, como Honduras, Nicaragua, El Salvador o Guatemala. De los países sudamericanos, sólo Uruguay, Argentina y Chile están por encima de Cuba en el Índice de Desarrollo Humano de
Esto simple y claramente quiere decir que, a la hora de atender a las necesidades colectivas, el régimen socialista de Cuba ha tenido más éxito que el sistema consumista capitalista-corporativo implantado en la mayoría de los países latinoamericanos. Se supone que The Guardian y The Independent son buques insignia de la prensa progresista británica. De hecho, la mayor parte de su trabajo informativo, en cuestiones que van desde Palestina a Haití, a Irán, a Afganistán, a Venezuela o Cuba, no es más que el eco de la propaganda oficial característica de
Si se compara el tratamiento mediático de los acontecimientos recientes de Cuba con la cobertura política dada a los Estados Unidos en Europa, el doble rasero es descarado. David Usborne, el mismo día 25 de febrero, escribía en The Independent, "...tampoco es que hubiera demasiado suspense en
Así que Usborne reconoce que había una alternativa real pero hace que suene como si no la hubiera. Por qué será que nunca se aplica esa lógica a los votos emitidos en el Congreso estadounidense con respecto a Irak o al apoyo a Israel. Por ejemplo: "...tampoco es que hubiera demasiado suspense en la votación del Congreso sobre Oriente Próximo, porque todo el mundo era consciente de que los Senadores electos no se atreverían a enfrentarse al grupo de presión pro israelí" o "... casi nadie esperaba ningún sobresalto en la votación sobre el presupuesto militar del país porque pocos políticos se iban a atrever a desafiar a la industria de militar".
Usborne cita unas declaraciones de
El gobierno mexicano hacía pública su intención de "ahondar en el proceso de repulsa bilateral iniciado meses atrás, tras una discrepancia diplomática entre Cuba y el antiguo Presidente mexicano Vicente Fox. El Secretario General de
La razón de estas citas es que, con su alusión a las declaraciones de la hoy ya casi insignificante Rice, Usborne da precedencia a una visión americanista y rematadamente maniquea de Cuba. Casi todos los demás gobiernos de las Americas, salvo el estadounidense americano, tienden a mostrarse más dispuestos a reconocer la inconsistencia de sus contradicciones. Si miramos a los Estados Unidos de América, salta a la vista la grotesca letanía de violaciones de los derechos humanos que allí se producen, empezando por su racista sistema de justicia penal, las cámaras de tortura en su base de Guantánamo, la negación de un proceso justo en su legislación "anti-terrorista", la violación sistemática de la intimidad de las personas, sus listas de vuelos prohibidos, los vuelos fantasma de
Las autoridades estadounidenses también se han granjeado la notoriedad por encarcelar a 5 cubanos anti-terroristas que habían advertido a
Las políticas comportan las mismas probabilidades de impunidad a la hora de cometer abusos y violaciones de los derechos humanos. No hay más que echar la vista atrás a la larga guerra en Irlanda del Norte, o a las medidas de seguridad del gobierno español contra ETA, para hallar analogías, por no mencionar la violación masiva de los derechos fundamentales por parte de los Estados Unidos. En Gran Bretaña, el Fiscal del Distrito fija las políticas del sistema de autocensura que lleva a los medios a acatar la línea oficial del gobierno. Actualmente, el gobierno británico está boicoteando los intentos del ex-soldado Ben Griffin por revelar la connivencia de Gran Bretaña con la tortura en Afganistán.
Al dar prioridad al punto de vista estadounidense, sin tener en cuenta otros puntos de vista sobre Cuba, Usborne y sus editores deliberadamente dan a entender que, de uno u otro modo, el punto de vista de Rice es más importante que el de muchos otros gobiernos de la región, cuando, de hecho, el prestigio de los Estados Unidos en el Caribe y en América Latina nunca ha estado más bajo. Condoleezza Rice y sus colegas del gobierno de Bush dan buena fe de ello. La alusión a las declaraciones de Rice, sin mencionar otros puntos de vista, resulta desconsiderado y presuntuoso - tal y como cabía esperar de la prensa corporativa del Bloque Occidental progresista y no progresista.
La desidia y la afectación también caracterizan el artículo de Phil Davison en The Independent, el 25 de febrero, en el que dice, "un Demócrata como presidente, particularmente, Barack Obama, podría ser un gran paso para sacar a Cuba de su desfase temporal y convertirla en lo que algunos ya perciben como el potencial eje comercial y turístico del Caribe". Qué tal esto otro, "un Demócrata como presidente, particularmente, que abiertamente tomara conciencia moral, sería un gran paso para sacar a Colombia de su desfase temporal y conseguir una solución dialogada de su guerra de 50 años, con la creación de un fondo de compensación para los 3.7 millones de desplazados del conflicto, e instar al gobierno colombiano a romper sus vínculos con los terroristas paramilitares traficantes de narcóticos que se jactan de controlar al 35% de los parlamentarios del país".
No caerá la breva. Ni el Independent ni el Guardian lo publicarán porque a ningún presidente de los Estados Unidos de América se le va a ocurrir retirar su apoyo a sus satélites paramilitares narco-terroristas en Colombia.
Davison podría decir que los países con economías basadas en el turismo, como
Los puntos fundamentales de la línea propagandística anti-cubana del Bloque Occidental capitalista y consumista en medios de comunicación como The Guardian y The Independent son los siguientes:
* Evitar siempre las comparaciones con países similares - legitimar el cotejo de la economía cubana con las economías del primer mundo.
* No mencionar el embargo más que de pasada y sin mencionar la intencionalidad y el impacto genocida del mismo.
* Menospreciar la contribución humanitaria sin precedentes de Cuba en educación y salud a nivel internacional.
* No informar de los logros científicos, culturales y deportivos de Cuba.
* Evitar mencionar la implicación del gobierno estadounidense en el terrorismo contra Cuba y encubrir al terrorista de
* Dar coba a los enemigos de Cuba minimizando el apoyo que recibe de gobiernos de todo tipo de ideologías.
* Desacreditar al Movimiento de Países No-Alineados y el prestigioso papel que desempeña Cuba en su seno.
* Informar desde una perspectiva americanista: el único gobierno cuyas opiniones sobre Cuba son dignas de atención es el de Estados Unidos.
* Sacar de contexto los temas relacionados con los Derechos Humanos y evitar las comparaciones con los demás países latinoamericanos, en particular Colombia.
* Cuidarse muy mucho de no mencionar que Cuba está por encima del consocio de Estados Unidos en
* Desacreditar / denigrar el sistema de democracia participativa de Cuba.
* No comparar nunca el sistema de prevención de catástrofes de Cuba con el los Estados Unidos de América, ni mencionar el Huracán Katrina - ni sus secuelas en Nueva Orleáns.
No hace falta ensalzar la figura de Fidel Castro o del socialismo cubano para reconocer los logros - sin precedentes - de Cuba ante las agresiones más recalcitrantes posibles, poco menos que auténticos ataques militares. Se puede mostrar reservas, por ejemplo, ante la aspiración del gobierno cubano de promocionar su sector cítrico con la ayuda de una serie de gansters retirados del gobierno israelí, o a la hora de ofrecer una recepción de Estado a dictadores crueles y avariciosos como el Presidente Obiang de Guinea Ecuatorial. Cabe incluso que alguien se pregunte por qué la escasez de vivienda en Cuba es tan insuperable como en España. Pero, sin duda, los medios de comunicación corporativos progresistas del Bloque Occidental, como The Guardian y The Independent, son el último lugar al que debiéramos acudir para tratar de encontrar una crítica fundamentada del gobierno y de la sociedad cubana.
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